De hecho me he puesto a investigar y resulta que el cambio del Dr. que hacía monstruos por el sastre se debió a la aplicación neurótica (por parte del franquismo, ¿quién si no?) del concepto católico de que sólo Dios puede crear vida… bueno, afortunadamente esas épocas ya pasaron, pero me ha dejado un poco de sabor amargo. De todos modos el proyecto de completar mi colección sigue en pie.